jueves, 22 de mayo de 2008

Leer es peligroso (I)


Ha llegado hasta nuestras manos este texto. Nos apetecía compartirlo.

Todos deberían saber que leer, como fumar, tiene sus riesgos:

1.- Quienes leen mucho acaban ciegos. Primero son esas gafitas de intelectual; luego, las de culo de vaso y acabas como Galdós o Borges, contratando a una tierna manceba que te lea a los pies de la cama.

2.- Quienes leen mucho acaban trastornados. Como don Quijote o Cela. Una alumna mía me decía que hay por ahí un tonto ambulante que se quedó así de tanto estudiar. Al parecer, se tomaba todo tipo de psicotrópicos para mantenerse despierto mientras leía y leía.

3.- Leer agota tu economía. Los libros son caros y no se pueden bajar con el e-mule. Los que están en interné son clásicos y, por tanto, largos así que, si los lees en la pantalla, todavía te quedas más ciego (ver punto 1).

4.- Leer complica la vida doméstica. Acumular libros se convierte en una obsesión que requiere espacio, metros de estanterías desordenadas, dolorosas cajas en el trastero, mesitas de noche polvorientas... Con la amenaza de cónyuges o hijos: ‘Elige, los libros o nosotros’. Y esa pregunta estúpida de las visitas no lectoras: ¿Te los has leído todos?

5.- Leer complica la vida amorosa. ¿Todavía estás leyendo? Pues me duermo...

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Dibujo exterior de la Catedral Nueva de Salamanca: Jorge Antonio Morales.


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